Entre los deportistas es usual sumergirse en baños de agua helada después de los eventos deportivos intensos para reducir el estrés y la inflamación de la sesión de entrenamiento o competencia.

Se utilizan tambos de agua helada en la que deben permanecer durante 15 o 20 minutos. Esta práctica es conocida como termogénesis en frío y es poco práctica. Tiene muchos inconvenientes comparada con los 3 minutos cómodos de una crioterapia de cuerpo entero. A continuación te platicamos un poco haciendo una comparación en viñetas. 

Los últimos estudios científicos demuestran que la exposición regular al frío estimula la producción de grasa parda en el cuerpo.

Los bebés recién nacidos están protegidos contra el frío naturalmente con una capa de grasa parda. Conforme van creciendo y se exponen al calor, disminuyen la concentración de esta grasa especial.  

Entre más grasa parda tengas, más grasa blanca quemas y pierdes peso al contacto con el frío. Una sesión diaria de crioterapia por 10 o 15 días seguidos es de gran apoyo para adelgazar produciendo calor mientras quemas grasa blanca. Este efecto se llama thermogenesis y es por eso que atletas como Michael Phelps queman hasta 12,000 kcal entrenando en albercas con agua helada. Por otro lado, los efectos de la crioterapia son acumulativos ya que cada sesión estimula nuevamente la producción y mantenimiento de la grasa parda.